La empatía en ventas
La empatía en ventas es muchas cosas.
Es escuchar de verdad, no solo esperar tu turno para hablar.
Es preguntar para entender, no para responder.
Es leer entre líneas: lo que se dice, lo que no, y lo que se esconde en un silencio.
Es ver el miedo detrás de una objeción, la duda detrás de una mirada.
Es entender que el cliente no siempre sabe explicar lo que necesita.
Es ajustar tu tono, tu mensaje, tu ritmo… porque no todo el mundo va al mismo paso.
Es respetar los tiempos del otro, no forzar.
Es reconocer emociones y no minimizar preocupaciones.
Es ser claro y directo, pero sin herir.
Es tener la humildad de decir: “No lo sé, lo voy a mirar”.
Es dejar de hablar de tu producto y empezar a hablar de la vida del otro.
Es estar presente, no pensando en tu siguiente cita.
Es saber que la empatía no es una herramienta, es una forma de estar en el mundo.
Porque al final, vendemos a personas. Y las personas somos emociones, no solo datos, presupuestos o proyectos.
La empatía no siempre cierra una venta, pero crea la confianza que la hace posible.
Con cariño, para ese niñ@ impaciente que nos habita un poco a todos, nos humaniza y nos ayuda a conectar.

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