Liderazgo como responsabilidad no como trono
Hay líderes que se rodean de personas mediocres, temerosas, complacientes.
No por casualidad.
Lo hacen porque necesitan sentirse más grandes, más listos, más fuertes.
Confunden liderazgo con poder.
Confunden respeto con miedo.
Eligen a quien no los desafía.
A quien obedece sin pensar.
A quien les hace creer que siempre tienen razón.
Pero esa estrategia tiene fecha de caducidad.
Un equipo sin criterio no construye. Solo repite.
Y cuando llega una crisis —porque siempre llega—, no hay nadie que sepa qué hacer.
Porque el verdadero liderazgo no necesita brillar más que el resto.
Necesita rodearse de gente que lo haga mejor, que lo cuestione, que lo complemente.
Si tienes que rebajar al resto para sentirte líder, no estás liderando nada.
¿Te has cruzado con este tipo de liderazgo? ¿Qué impacto viste en el equipo?


Deja una respuesta